martes, 23 de julio de 2013

Sacrificios y paciencia

No todos los planes salen como uno desea. Entre nervios y tensión llegué a Gwadar, 680 kilómetros de Karachi. Baluchistan era tal y como me esperaba: pobre, seco y solitario. La falta de información me llenaba de incertidumbre y no podía saber lo que me iba a esperar. La milicia independentista baluchi ha operado en la zona durante los últimos tiempos. Los chinos están invirtiendo mucho dinero para desarrollar el puerto de Gwadar, un punto estratégico que ni a Estados Unidos, ni a Iran, ni a India le interesan que los chinos metan sus narices en la zona, y por lo tanto hacen lo necesario mediante sus agencias para remover el estado de tranquilidad. 







Mi llegada a Gwadar no fue del todo dulce. Un extranjero camuflado en vestidos locales y sobre una moto pakistaní sobrepasando tierras sensibles les resultaba sospechoso. Me llevaron horas de interrogación con agencias secretas, inmigración y altos cargos de policía para que al final se convencieran de que mi intención no era más que intentar cruzar a Iran por aquella zona. Pero como no hay mal que por bien no venga, me hice amigo del jefe te policía, quien me acogió en su casa ofreciéndome cerveza y whisky, y diciendo la verdad, el mejor hachís que he visto hasta ahora. 





Lamentablemente, y después de hacer todos los intentos, los oficiales iraníes no me dejaron pasar a sus tierras, me decían que la única frontera abierta para los extranjeros era el del norte, Talftan. Eso me suponía dar media vuelta, y hacer 2000 kms por tierras aún más complicadas.



En Pakistán tener buenos contactos es la clave para que las cosas funcionen mejor. Si no eres nadie, si no conoces a nadie importante, conseguir cualquier permiso o papel llega a ser una odisea. Para poder llegar a la frontera de Taftan, tenía que pasar por la ciudad de Quetta, y el camino más corto que me llevaría allí era una zona de alto riesgo. Los oficiales no me querían dejar pasar, me decían que hay frecuentes tiroteos y que hace unas semanas tirotearon un autobús lleno de gente. Yo les explicaba que lo entendía, pero que la gente local todavía sigue pasando por esa zona y que tenía la urgencia de llegar a Quetta. Con la ayuda del jefe de todo el distrito, me proporcionaron seguridad quien me acompaño durante la mayoría del trayecto: un pick-up que me seguía por detrás con 6 soldados armados. 



Dejando a un lado la tensión que acarrea el miedo, disfruté de la cercanía del mar, de ver como se desplazaban las familias nómadas en sus camellos cargados de trastos y sus hijos montados en burros, de la soledad, del desierto. Me planteaba lo duro que debe de ser vivir en estas zonas. Los más afortunados tienes casas de barro, el resto vive en tiendas de campaña improvisadas. La falta de agua, el polvo, el calor, hacen que estas tierras sean muy inhóspitas. Y en la cuidad de Quetta la situación no mejora. Aunque la temperatura refresca gracias a la altitud, la falta de seguridad y el peligro constante mantienen a la muerte muy presente. La entrada a la ciudad me escoltó una furgoneta blindada, son su sirena encendida abriéndome el camino mientras yo lo seguía por detrás. Los pocos extranjeros que estamos debemos de dormir en un hotel en concreto, tenemos totalmente prohibida la salida fuera sin previo aviso a la policía y sin escolta, y a las 6 de la tarde, después del  toque de queda nadie podemos salir al exterior.



Mi madre me decía que soy un cabezón. Me estoy dando cuenta de que algo de razón tiene, ya que he hecho mas de 2000kms por zonas delicadas, pero yo sigo adelante con mi moto para poder conseguir llevármelo conmigo. Mañana salgo para la frontera con Iran, la última opción para cruzar con mi moto pakistaní. Si las autoridades me lo impiden, intentaré hacer lo posible para poder solucionarlo de alguna manera, y si no puede ser, al menos no habrá quedado nada que pudiera haber hecho y haya quedado sin hacer.

4 comentarios:

  1. Aupa Goratz!

    Seguro que estás viendo y viviendo cosas duras en esa parte del pais. Como siempre, un lujo leerte. Sigue adelante, con precaución y cuidado, te queremos volver a ver sano.
    Un abrazo gigante, cuídate y suerte!
    Iker.

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  2. P.d: Amplia la letra o cambia la fuente, cuesta un poco leerlo.
    Abrazote! ;)

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  3. Muchoooo Bobby!! cuanta razón tiene tu madre, eres un cabezon, besarkada!

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  4. Hola Goratz,

    Parece que tienes un montón de diversión! ;-)

    saludo
    Peter

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