miércoles, 29 de mayo de 2013

Noroeste de.... ¿China?


Desde mi salida de Mongolia y entrada a la provincia de Xinjiang me sorprendo aún más de la variedad de China. Si a uno le cerraran los ojos y le dejaran en la mitad de la parte vieja de Kashgar por ejemplo, nunca acertaría que se encuentra dentro de los límites fronterizos chinos.




El budismo y el taoísmo se convierten en islam, el nam o pan redondo le saca ventaja a los noodlles, el chino deja de ser hablado por el uigur y las caras blancas con ojos casi cerrados se transforman en pieles oscuras con mustacho negro. La obligación de tener que permanecer a un país tan diferente a veces complica la convivencia y las situaciones se convierten tensas. ¿La razón por la que esta provincia sigue siendo China? Ha llegado a mis oídos que esta provincia aunque sea desértica y muy árida es rica en uranio, gas natural, etc. Y a que país le interesaría perder tal tesoro.





Hace unos años hubo grandes protestas y matanzas por parte de la gente local, los uigur. Mucha gente de la raza "han" fue asesinada en Urumuchi y otras ciudades. Desde entonces reforzaron la seguridad y parece que el ambiente está relajado. De todos modos tanto los universitarios como los funcionarios tienen prohibido rezar, incluso en su tiempo libre y por tanto no pueden asistir a los rezos en las mezquitas. Nadie me podrá negar la fuerte creencia de los musulmanes y lo delicado que es tratar sobre la religión.




Por otro lado, hoy en día tienen ciertas ayudas: mientras que la mayoría de la gente está obligado a seguir la política de tener un sólo hijo, ellos pueden tener más de uno y además reciben ayuda económica. Aunque una ayuda siempre es bienvenida, no se qué me parece que son simplemente pequeños tranquilizantes para calmar los ánimos. Porque sin ninguna duda, no tiene mucho sentido que un territorio de tan gran diferencia tenga que ser parte de China. Ellos lo tienen claro: se consideran más turcos que chinos.





Hace un tiempo conocí una señora que me habló de una carretera llamada Karakorum Highway. Me comentó lo espectacular que era el paso que salía de China y entraba a Pakistán, a una altura de 4800 metros. Con grandes expectativas, conseguí una moto para que pudiera recorrer el camino a mi parecer, y me puse en marcha hacia la autopista más alta del mundo. A pesar del gran frío, disfruté de las impresionantes vistas. Había valles anchos con montañas de 7000 m de altura, lagos de color azul oscuro, y animales como vacas de gran pelaje (a alguno le llegaba hasta el suelo) o camellos. Estaba cumpliendo con uno de mis sueños.




Tuve qué dejar la moto antes de llegar a la frontera, ya que en realidad no podía conducir la moto sin tener el carnet chino. A los oficiales no les hacen gracia los viajeros independientes, pues es muy difícil de seguirles el rastro. Mientras que viajes en transporte público y te alojes en hostales todo va bien, ellos conocen cada paso que das. En el momento que consigues tu medio para moverte tienes mucha más independencia. Y eso al gobierno chino le asusta. Tiene una obsesión terrible por controlar todo y se de historias de viajeros que han intentado hacer un plan alternativo e independiente pero que la policía les ha hecho la vida imposible. Por suerte, ninguno de los controles que pasé me pidió más que el pasaporte, y llegué sin problemas a la ciudad de Tashkurgan. Una furgoneta me llevó durante los últimos kilómetros y entré a Pakistán. El camino fue verdaderamente espectacular. Hasta otra China.




Por adelantar algo de este país tan temido y con tan mala fama después del 11-S, decir que es uno de los lugares más impresionantes que he visto en el mundo, y que la gente es verdaderamente amable, por lo menos aquí en el norte. Pero de eso trataré en el siguiente post.

1 comentario:

  1. Hola Goratz,

    Estoy de vuelta en Alemania. Estoy deseando que llegue a leer sus nuevas aventuras.
    saludo
    Peter

    ResponderEliminar