sábado, 15 de junio de 2013

Kalash, variedades de Pakistán


Existen tres valles especiales al noroeste de Pakistán, en la provincia de Pakhtunkhwa, exactamente a pocos kilómetros al sur de Chitral. Estando dentro de las tierras musulmanas pakistaníes, todavía sobrevive una tribu llamada Kalahs, gente totalmente opuesta al resto de su país. Entre algunas otras teorías, se cree que estas personas llevan miles de años en esos valles, siendo los descendientes de los guerreros de Alejandro Magno.



El viaje desde Gilgit conlleva unos cuantos días sobre camino de piedras, acantilados y un paso a unos 3800 metros de altura. Siguiendo con mis planes y sueños, y después de intentar en muchos países, finalmente he comprado una buena moto y conseguido ponerlo a mi nombre. Con la deseada libertad de la moto,  estuve cuatro días de viaje desesperándome con la pésima carretera y disfrutando de un paraje solitario y vello: un lago como si fuera un enorme espejo reflejaba grandes montañas de nieve, acantilados de paredes de barro con canales creados por la lluvia de miles de años y pequeños pueblos con gente maravillosa.





No habrá en el mundo muchos países tan hospitalarios como Pakistán. A este ritmo, durante mis posts sobre Pakistán os aburriréis de leer lo increíble que es la gente, pero tengo excusa suficiente con querer desmentir desde mi pequeño blog a la gran "media" mundial cuando desaconsejan completamente visitar este país.  Me acogen en casas como si fuera un rey, si les pido ayuda a alguien dejará las cosas que estaba haciendo y me ayudará.

La seguridad en esta zona no es la misma que en Gilgit. Al estar a unos 15 kilómetros de Afganistán hay tensión por parte de la policía, pues la zona se encuentra a mano de los talibanes y ya ha habido problemas. La gente kalash no es musulmana, por lo que pueden beber alcohol, la mujer no se tiene que tapar, es libre  y visten vestidos de colores muy alegres. Imposible de ser de gusto de los talibanes. Además, hace dos años un alemán fue secuestrado cuando trabajaba en uno de los valles y desde entonces al llegar a la ciudad te tienes que registrar en la policía y te asignan un escolta personal con su fusil inseparable en la mano. Como te tiene que acompañar a todas horas y a cualquier sitio, al final acaba siendo un amigo más, además de guía y traductor de idiomas.




El festival fue sorprendente: ver a todas esas mujeres bailar alrededor de los tambores con vestidos y sombreros con muchísimos colores y bordados a mano, hombres borrachos con sus curtas y chalecos empujando y gritando. La mayoría coinciden en tener rasgos arios: piel más blanca y ojos claros, tan claros como pueden tener al norte de Europa. El pequeño pueblo estaba lleno de alegría. Por la noche nosotros también tuvimos música en el camping y pudimos intentar con unos bailes locales de Chitral gracias a los ánimos que te dan dos vasos de arak.





Ahora que las elecciones han pasado, y parece que la vida vuelve a la normalidad, voy a seguir bajando al sur por la carretera que va cerca de Afganistán hasta llegar a la ciudad de Peshawar. Me han comentado que hay enormes bazares y gente muy musulmana con curtas negras, burcas y largas barbas grises. Ha habido bastante movimiento por las elecciones y los turistas hemos tenido restricciones por seguridad para movernos en la zona. Es totalmente lógico el ajetreo, ya que estas elecciones son supuestamente una de las elecciones más transparentes que se han hecho, y la gente tiene altas expectativas acerca en un cambio en la marcha del país. Hubo atentados con bombas en Peshawar, pero espero que ahora la situación este algo más estable y segura.



2 comentarios:

  1. Excellent blog, though i still have to go through it in detail to know about your previous travels. Thanks for telling in detail about Pakistan!
    and i've already told you how much i love your pictures! :D

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