Uluru-Kata Tjuta

¿Quién no ha visto alguna foto del gran Uluru?
Básicamente es una piedra naranja, gigante, que se planta en la mitad de la nada, en la mitad del "outback" Australiano. Pero tiene un gran sentido espiritual para los aborígenes, siendo un lugar sagrado tanto en el pasado como en el presente. Esta es la segunda vez que vengo a Australia, y como la vez anterior no tuve la oportunidad de visitarlo, ahora no podía perder la ocasión. Sabía que no era la mejor temporada para visitarlo, ya que es verano, y las temperaturas suben hasta el cielo. Pero era, ahora o nada.

Bien, pues después de coger dos trenes desde Melbourne y pasar unas 40 horas en el tren llegué a Alice Springs, la ciudad más cercana a la piedra (casi 500 km). Eran las cuatro de la tarde, y los termómetros marcaban los 42 grados. Me hospedé en casa de una pareja Australiana, que me ayudaron a organizar el viaje. La mejor manera de organizar las cosas es preguntando y escuchando a los locales. Dejé todas las cosas que llevaba en su casa, y básicamente llené las alforjas de la bicicleta con 15 litros de agua, comida para 5 días, la tienda de campaña y alguna cosa para cocinar. Mi plan era empezar a pedalear cada día de noche, descansar en algún lado a la sombra cuando el sol pegaba demasiado fuerte, y seguir con la bicicleta al anochecer. Cada día haciendo 100 km, en 5 días estaría en Ayers Rock.

El viaje fue bastante duro: mucho calor, rectas interminables, tormentas increíbles, y siempre la preocupación de tener suficiente agua y de donde conseguir más. Por la noche, tampoco descansaba bien: hay serpientes, dingos o camellos salvajes. Cuando el sol se escondía, solo escuchabas ruidos a tu alrededor, pero no sabías lo que era ya que todo estaba oscuro.

Llegué a Uluru según lo previsto, al quinto día. Cuando sufres por llegar a algún lado, la satisfacción al llegar al sitio es muy grande. En total 585 km. La piedra tiene unas formas muy curiosas, con agujeros en la base, donde los aborígenes se solían juntar, cocinar o hacer sus ceremonias. La gente sube a la cima de la piedra, pero me pareció un tanto irrespetuoso, siendo un lugar sagrado.

El tema de los aborígenes está presente de nuevo aquí en Alice Springs. Es el único lugar de Australia donde no me he sentido seguro por mi bicicleta. Mucha gente caminando sin rumbo, gritando, borrachos... Bastante salvaje, diría yo. Hasta ahora siempre he dormido en parques, jardines, etc. Aquí no se me ocurriría. Por lo que he visto, los podía dividir en dos grupos: los que siguen con sus tradiciones, sus reglas y su forma de vida, y los que están en la mitad, sin seguir con sus costumbres ni las nuestras. En la mitad, sin hacer gran cosa, más que beber y causar problemas. El gobierno les debe de dar alojamiento y dinero mensual, cosa que gastan el alcohol. La mujer la que me ha acogido aquí, trabaja en una escuela con niños, y me explicaba los problemas que tienen. Para algunos niños es una conducta normal si pegan o insultan: es lo que han visto en casa. Conocí a otra persona que trabajaba en una tienda, que recibió una paliza por parte de dos aborígenes por no querer venderles alcohol. Estuvo un año hospitalizado. Y está claro que no todos son así, todavía hay los que siguen con sus costumbres y habilidades. Es increíble que puedan encontrar agua en la mitad del desierto, o cazar para poder comer. Aún así, saben el daño que ha causado el alcohol en su gente, y en muchas tribus y zonas el alcohol está totalmente prohibido.

Yo os cuento lo que he visto, porque dependiendo de a quien le preguntas, te contestan en favor de unos, u otros. Sigo pensando que al final ellos son los locales, y nosotros los que les hemos traído el problema. Aún así nadie tiene derecho a comportarse de ese modo sin tener consecuencias, y el gobierno debería estudiar más el tema y encontrar alternativas.

Me quedan 10 días por Australia, me bajo al sur a pasar unos días, luego voy al oeste, ¡y el día 11 salgo hacia Indonesia! Mi siguiente objetivo es recorrer algunos sitios de la isla de Sumatra.

¡Os dejo el video de mi viaje a Uluru!