lunes, 14 de octubre de 2013

Australia-home


Después de haber llegado unas semanas atrás de vuelta a casa, era mi obligación cerrar este proyecto de mi vida que me ha llevado los dos últimos años. Pero no lo quería hacer antes de asentarme, ¿qué prisa habrá? 



No ha sido mi primer viaje largo que he hecho, ni lo se si habrá sido el último (pocas cosas son seguras en esta vida), pero antes de mi llegada sabía que me esperaba un último proceso de asentamiento. Como un pequeño masoquismo, sabes que a la vuelta te esperan interrogaciones peores que las de agencias secretas paquistaníes, que durante un tiempo no sabrás en que dirección seguir, ni tampoco como seguir relacionándote con tu alrededor. Sabes que has cambiado. Y mientras todo el mundo sigue al ritmo de su rutina, uno se encuentra incómodo. Es una enorme resaca después de una fiesta de dos años.

Vestidos tradicionales de Bavaria 


La mayoría de la gente me pregunta que cómo me ha ido la experiencia, si me lo he pasado bien, si me lo he pasado mal. También sobre lo que he hecho, y que les cuente historias. ¿Alguien sabe cómo se pueden resumir dos años de viajes intensivos? Si de verdad a alguien le interesa, necesito unas cuantas horas simplemente para comenzar, y si no, se conforman con un simple "bien". Pero lo que personalmente me interesa y desafortunadamente apenas nadie me pregunta es de lo que he aprendido, de lo que he cambiado desde que salí de casa, de lo que pasa por el mundo, de como vive la gente. De cómo es la gente fuera de casa. ¡Y es que tenemos tantos estereotipos dependiendo de la nacionalidad, religión, cultura o la apariencia de las personas!



Durante esta última semana cada mañana que iba a trabajar a la playa me encontraba a dos personas durmiendo en el porche de las casas que están frente al mar. Me preguntaba si serían viajeros, buscavidas, vagabundos, como queráis llamarlos. Pero entre paredes improvisados de cartón y mantas mantenían su privacidad, obstaculizando toda visión del exterior. Además, para cuando entraba y salía de mi primer cursillo de surf, ya habían desaparecido sin dejar evidencia de haber pasado la noche a la intemperie. De este modo pasaron los días, hasta que un mediodía vi pasar a un hombre de estatura alta y piel oscura, radiocasete en la mano caminando al ritmo de música reggae dirección al porche.


Otra cara de París

Son dos senegaleses que aprovechan la temporada de verano para vender sus mercancías por España con el objetivo de poder llevar sus sueños adelante, pues como ya sabréis en otros países la situación económica es muchísimo peor. Este personaje alegre, además de vender sus collares, rapea y escribe canciones y sus sueños van encaminados por ese sendero: montar un pequeño estudio. Pero detrás de esta historia, quería denunciar que hay alguna persona infeliz que en vez de apreciar lo que tenemos en casa y ayudar al resto se encarga de fastidiar a esta gente: durante dos noches les han robado 2 pares de zapatillas y la manta que utilizan para abrigarse. Parece mentira creer que todavía hay gente que recrimina a estos inmigrantes, mientras que un gran porcentaje de nuestros jóvenes viajan al exterior de la misma manera para encontrar una vida mejor. ¿Cuál será la diferencia?



Por lo que a mí me refiere, poco a poco voy saliendo de la última etapa, con nuevos planes y proyectos que marcan el norte de mi vida. Además las últimas semanas del viaje por Europa, aprovechando para visitar amigos de diferentes países, me valieron para tranquilizarme, empezar a pensar y sacar conclusiones. Me he dado cuenta de lo importante que es escucharte a tí mismo, tener sueños por los que luchar, amigos y familia a los que amar. También que mirando atrás puedo afirmar que los 24 años de mi vida han sido felices y que he buscado y he tenido la posibilidad de enriquecerme por dentro. Me doy cuenta de que todo este maravilloso mundo se ha convertido en el jardín de mi casa, sin fronteras, sin barreras, sin limitaciones.

Gracias a todos por vuestro apoyo y preocupaciones. Es siempre un placer estar de vuelta. 






No hay comentarios:

Publicar un comentario