Es jueves por la noche, y al final he terminado de empaquetar todo lo necesario para mi viaje. La bicicleta en su caja, y el equipaje de mano lleno de ropa y de objetos que utilizaré durante mi trayecto: brújula, linternas, cargadores, etc.
Siento un poco de miedo, miedo por el hecho de no saber dónde ni cómo voy a estar dentro de unas semanas. O meses. Hace cuatro años, visité Australia durante unos cuantos meses, pero aquello fue diferente. Fui con un amigo, a trabajar y a vivir por Oceanía. Esta vez en cambio, voy solo, con una bicicleta, y a seguir un estilo nómada. Quiero volver a casa en bicicleta.
Lo bueno de este viaje, es que el objetivo que tengo es simplemente una meta personal, sin presiones de cumplirla, o no. Se que son muchos países los que tengo que recorrer, y que pasaré por momentos difíciles. Si las cosas se tuercen, simplemente puedo coger el primer avión y volver a mi esquina del mar cantábrico...Siento el apoyo de mis amigos y familiares, y se, que tanto si vuelvo en bicicleta a casa, como si vuelvo en un avión me recibirán con los brazos abiertos. Por eso os quiero.
Tengo mucho que agradecer a ZSE (Zarauzko Surf Elkartea), por darme trabajo desde hace muchos años, un trabajo que me permite viajar y estudiar a la vez. Agradecer también a mis amigos (Joxi, a ti te incluyo en el grupo) y a mi familia por el apoyo. La cena de despedida de hoy, me ha llenado de energía y de confianza en mí mismo.
Me despido de todos vosotros, y espero que a la vuelta os vea de la misma manera como os he visto hoy durante la despedida. Sería una buena señal.
Un abrazo.
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